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Tema 5 - Los romanos

Los romanos fueron la cultura que más impacto tuvo sobre la gente y la tierra de la península ibérica en gran parte por el tiempo en el que estuvieron allí (Siglo III a.C. -Siglo V d.C.). Entre sus contribuciones más importantes a la cultura latina se encuentra el idioma latín, la religión católica y el concepto de la ciudad como centro cultural y del gobierno. También nos dieron varias costumbres entre las cuales se encuentran la corrida de toros, que viene del circo romano donde se hacían toda clase de espectáculos, y la siesta, que viene de la necesidad de descansar de trabajar cuando del día es más caluroso. Esta costumbre consiste en trabajar las primeras seis horas del día, desde que amanece y se llega trabajar, hasta seis horas después, que sería como a la una o dos de la tarde. Tres horas más tarde, a eso de las cuatro o cinco se volvía a trabajar hasta anochecer.

Leyenda de Rómulo y Remo

Se dice en una leyenda romana que Roma fue fundada por dos gemelos llamados Rómulo y Remo que cuando eran todavía bebés, fueron dejados al lado del río Tíber por razones políticas. Al parecer, su abuelo había sido rey hasta que su propio hermoso, tío abuelo de los gemelos, derroto a su hermano y le quitó el trono, haciéndose él el rey.

La madre de los gemelos era una sacerdotista virgen de la diosa Vesta, diosa de los hogares, del amor, de la fertilidad y de la paz. Por circunstancias que nadie supo, la madre de los Rómulo y Remo se había quedado embarazada y se creyó que había sido el dios de la guerra, Marte, quien la había dejado en ese estado.

Cuando el Rey, el tío abuelo de los gemelos, los vio por primera vez, se dio cuenta de que esos niños serían más que humanos, por lo que decidió abandonarlos para que se murieran. Mandó a uno de sus sirvientes para que se los llevaran a un lugar escondido al lado del río Tíber en la época del año en el cual el río se salía de sus bancos e inundaba la tierra. Así, el rey pensó que acabaría con ellos.

Sin embargo, una loba, al oír a los niños llorar, se les acercó y se acostó al lado de ellos y les dio de la leche que llevaba, al parecer porque ella había perdido a sus cachorros. También se dice que un pájaro carpintero les traía comida.

Después de varios años, los niños, rápidos y feroces como los lobos

Historia

Los romanos entran en la península ibérica en el siglo III a.C. de manera violenta en una campaña de conquista de territorio para Roma. No les es fácil derrotan a los celtíberos ya que los habitantes de la península de esos tiempos eran personas ferozmente independientes que no se habían dejado sujetar ni por los fenicios, ni los cartaginenses ni los griegos, sólo permitiéndoles establecer ciudades desde donde los extranjeros podían comerciar con los íberos.

Cuando entraron los romanos en tierras íberas se encontraros con soldados armados con unas espadas algo raras llamadas falcatas y estaban diseñadas con la mayoría del peso en el tercio más cercano a la punta para que funcionaran más como hachas que como espadas. De esta manera, los íberos pudieron cortar el cuero y el bronce que los romanos usaban de armadura.

Sin embargo, debido al interés romano por conquistar las tierras y los minerales valiosos de la península ibérica, enviaron tantos soldados que al final conquistaron los íberos en la zona costera. También enviaron soldados al norte para cruzar por el centro de las montañas del Pirineo para asegurarse de la conquista.

Contribuciones en la ingeniería

Siempre que los romanos luchaban, traían con ellos a un buen número de ingenieros. El trabajo de ellos era diseñar el trazo que debían llevar los caminos y construirlos para que los ejércitos que iban con ellos pudieran retroceder rápidamente si fuera necesario y para traer materiales y hombres en apoyo de las fuerzas que iban conquistando territorio. También construían caminos algo más allá de las tierras que habían conquistado. Esto facilitaba la próxima campaña para conquistar más tierra.

Los ingenieros también servían para diseñar y construir puentes, fuertes, baños, edificios, casas, ciudades, y anfiteatros para la diversión de los romanos. Como los romanos creían que su imperio duraría para siempre, siempre construían todo a la perfección. Tanto que, hasta hoy en día, 2.000 años más tarde todavía se pueden ver caminos, acueductos, baños, anfiteatros y otros restos de edificios construidos por los romanos, y todo lo hicieron sin usar una gota de cemento ya que ellos nunca supieron como hacerlo.

Con la entrada de los romanos, la gente, resentida, no los veía muy bien, pero con el tiempo, los agricultores y productores empezaron a darse cuenta que los caminos que los romanos habían construido les servían para poder vender sus productos más lejos y más rápidamente, así ayudándoles a más dinero que antes.

Con la construcción de acueductos, canales elevados por donde se traía agua a ciudades con poca agua, la gente llegó a agradecer a los romanos que el agua llegara a fuentes localizadas en varios lugares de la ciudad. Con el tiempo inventaron la plomería (de plomo) y con ella la manera de llevar agua a las casas de aquellos que pudieran pagar por tener agua corriente en sus hogares.

Más tarde se inventaron la calefacción central construyendo casas elevadas con un cuartito bajo tierra y fuera de la casa donde se hacía un fuego. El calor del fuego se extendía por debajo de los suelos y entre las columnas que aguantaban el piso de la casa y salía por canales que los romanos ponían en las esquinas de la casa para que el calor pudiera salir y calentar no sólo el fuego sino que también las paredes.

Desarrollo de la lengua

Los romanos de alta educación hablaban latín clásico, pero la demás gente hablaba latín de mal en peor. Cuando llegan a la península ibérica y la conquistan, uno de los temas que había que estudiar para obtener una buena posición en tierras romanas era hablar latín. Debido a esto muchas familias de dinero dedicaron parte de su fortuna en aprender el idioma de los romanos y en asegurase que sus descendientes también lo hicieran.

Con el tiempo la gente de bien sabía latín y lo usaba entre ellos y con los romanos pero todavía no eran romanos a pesar de hablar el idioma de Roma y de apoyar al imperio. Después de un tiempo, salió una ley que decía que cualquier persona que hablara latín podría ser reconocida como romana y podría votar por sus líderes y participar activamente en la apolítica y cultura de Roma. Como resultado de esta ley, muchas personas se pusieron a aprender el latín, pero como sus lenguas eran otras, no llegaron a hablarlo perfectamente bien. A veces mezclaban palabras celtíberas con palabras romanas, otras veces romanizaban palabras íberas e iberizaban palabras romanas de manera parecida a la cual muchos inmigrantes de habla española lo hacen en Estados Unidos inventándose palabras como:

Español	Inglés	Spanglish
tocar	touch	tachar
mirar de cerca	watch	wachar
alfombra	carpet	carpeta
bilioteca	library	librería

A este latín mal hablado se le llama el latín vulgar, o el latín de la gente que en su mayoría no se educaba en el latín más que lo mínimamente necesario para que se pudiera hacer romano.

Con el tiempo, este latín mal hablado se fue formando en un idioma muy parecido al latín pero que para finales del imperio romano había palabras, expresiones y maneras de hablar que ya no eran estrictamente latín sino el principio de un nuevo idioma, el romance español. Este romance español, que se distingue de los romances de otros lugares del mundo, es lo que con el tiempo se va a convertir en el español antiguo y luego al español moderno de España.

Enlaces de interés

The Roman Empire: 18 centuries in maps - Excelente resumen histórica, en inglés, de Howard Wiseman, Profesor de Griffith University

Roma, del Rincón del vago

Ruta Bética